21 noviembre 2007

Introducción

Desde siempre la
gente ha hecho uso del maquillaje para potenciar su atractivo y disimular
defectos. Siempre ha tenido el mismo fin, aunque a lo largo de la Historia se
han usado diferentes utensilios y cosméticos para ello.

A continuación
podemos ver cómo ha sido esa evolución y cómo se las ingeniaban antiguamente
para conseguir esos productos que hoy en día encontramos sin ningún tipo de
dificultad en cualquier establecimiento apropiado.

Maquillaje mestizo




En una piel negra no hay más melanocitos, células epidérmicas situadas en la capa basal, que en la piel caucásica. Son los melanosomas, productores de melanina, responsables del color de la piel, los que son más numerosos, mayores y están dispersos por toda la capa de la epidermis. Por eso la tonalidad de la piel es más intensa.»

Ventajas e inconvenientesLas fibras de colágenos y los fibroblastos son más densos, más compactos, al nivel de la dermis, y el envejecimiento cutáneo es mucho más tardío. «El acné es la consulta más frecuente. La piel negra no genera mucho más, pero el acné provoca más estragos que la piel caucásica. Son las famosas manchas pigmentarias que quedan después de los granos.




Particularidades específicas


Estas pieles, hechas para soportar el sol, transpiran y se hidratan de forma natural, como si se beneficiasen de un sistema de climatización integrada… Cuando se exponen en nuestras latitudes con un clima más frío y seco, esta mecánica se descontrola. La piel pierde su protección (la película hidrolipídica) y por tanto su buen aspecto natural, y se apagan. «Hay que desaconsejar algunos productos. No recomiendo los peelings de manera sistemática, uno de vez en cuando y con la condición que se haga con un producto suave. Es importante pasar por un dermatólogo. Lo mismo ocurre con los lasers, no todos funcionan sobre las pieles negras, y en ese caso pueden originar despigmentaciones, de las cuales algunas son definitivas.»




La pieles negras y mestizas son pieles frágiles y particularmente sensibles, aunque son más espesas y más grasas.
En la actualidad pueden beneficiarse de numerosas líneas de productos cosméticos hidratantes, sebo-reguladores, unificantes.



Los Aztecas


La piel Azteca era naturalmente morena o color bronce, pero la moda para la complexión femenina era amarilla. Para conseguir este efecto las mejillas eran, o talladas con tierra amarilla o untadas con una crema que contenían axin, una sustancia amarilla obtenida cocinando y aplastado los cuerpos de unos insectos que producen grasa. Los viajeros también usaban el axin para prevenir los labios partidos en el clima frío y para proteger la piel de los efectos del frío.



Dejado una descripción de la clase de maquillaje que usaban las mujeres concientes de la moda, en particular por las cortesanas quienes eran las compañeras los de los guerreros
Sus caras estaban pintadas con polvo seco y coloreado; las caras estaban coloreadas con amarillo ocre o con bet?Los pies eran untados con un ung? de copal quemado, incienso y tintura. . . . Algunas us
aban el pelo corto, para que su pelo alcanzara su nariz. Era cortado y te con barro negro para que dieran importancia a su cabeza; era te de trigo, para que su pelo brillara. Los dientes eran manchados con cochinilla; las manos y el cuello eran pintados con diseños

Arte Geisha





La apariencia de una geisha cambia a lo largo de su carrera, desde la femenina y maquillada maiko, hasta la apariencia madura de una geisha mayor y consolidada.




Hoy en día, el tradicional maquillaje de la aprendiz de geisha es uno de las características más reconocibles, aunque las geishas experimentadas generalmente usan el característico maquillaje de maiko, consistente en la cara totalmente blanca, durante presentaciones especiales.
El maquillaje tradicional de las aprendices de geisha consta de una base blanca (originalmente hecha con
plomo), el uso de lápiz labial rojo y adornos rojos y negros alrededor de los ojos y cejas.
La aplicación del maquillaje es difícil de perfeccionar y es un proceso bastante largo. El maquillaje es aplicado antes de vestirse para evitar ensuciar el kimono. Primero, una sustancia de aceite o cera, llamada bintsuke-abura, se aplica a la piel. Luego, un polvo blanco es mezclado con agua para formar una pasta que se aplica con una brocha de bambú. El maquillaje blanco cubre la cara, cuello, pecho y manos, con dos o tres áreas sin pintar (formando una "W" o "V") cerca de la nuca, para acentuar esta zona erótica, y una zona descubierta de piel alrededor del pelo, que crea la ilusión de una máscara.
Luego que la base es aplicada, una esponja es pasada por la cara, cuello, pecho y nuca para absorber el exceso de humedad y lograr uniformidad en la base. Luego los ojos y cejas son remarcadas. Tradicionalmente se usaba carboncillo, pero hoy en día se utilizan cosméticos modernos. Las cejas y el borde de los ojos son pintados de negro; las maiko además usan rojo alrededor de los ojos.

Maquillaje facial.




Los labios son pintados con una brocha pequeña. El color viene en un palo pequeño que es mezclado con agua. Azúcar cristalizada es añadida para dar brillo a los labios.
Durante los primeros tres años, una maiko usa su maquillaje casi constantemente. Durante su iniciación la maiko es ayudada por su "hermana mayor" (una geisha experimentada que se convierte en su mentor) o la "madre" de su casa de geishas. Después debe aplicarse el maquillaje por su cuenta.
Después que una geisha ha trabajado durante tres años, cambia su maquillaje a un estilo más apagado. La razón es que se ha vuelto más madura, y el estilo simple la muestra en su belleza natural. Para ocasiones formales la geisha madura aún utiliza maquillaje blanco. Para las geishas sobre treinta años, el maquillaje blanco es utilizado solo en bailes especiales que lo requieren








19 noviembre 2007

Maquillaje en la época antigua


Antiguo Egipto

Los egipcios obtenían los colores de sus cosméticos mezclando tierras, cenizas y tintas. Realzaban sus ojos con colores fuertes y vivos, y fueron ellos los primeros en pintar sus labios utilizando antimonio rojo para colorearlos, mediante la pulverización de piedras y minerales sacaban los tonos turquesa que aplicaban en párpados junto con el khöl que usaban para delinear los ojos en forma de cola de pez y remarcar las cejas, además usaban pinzas de depilar para darles forma y extraer el vello superfluo.



Grecia



Comienzan a maquillar la piel para conseguir blanquearla mediante una mezcla hecha a base de yeso, harina de habas, tiza y albayalde (carbonato clásico de plomo), la tendencia es tenerla muy blanca como signo de apasionamiento. Es en esta etapa donde se crea el rímel, ennegreciendo sus pestañas utilizando una mezcla de huevos de hormigas y moscas machacadas. En los ojos utilizaban el khön maquillándolos en negro y azul. Las cejas se depilaban con pinzas y los labios y pómulos se coloreaban en tonos rojos vivos.




Roma

La piel era blanquecina, los ojos y cejas llevaban khöl y los párpados iban muy marcados con antimonio y turquesa. Los labios y mejillas marcados en rojo vivo. Dedicaban mucho tiempo a los peinados que eran muy laboriosos, teñían los cabellos con preparados de color rubio y los exponían al sol para transformar el color. También se elaboraban pestañas tejiéndolas con seda o con pelo natural.








Inicios del siglo XX


Las mujeres cambiaron su aspecto blanco por la apariencia natural del polvo facial rosado, creado por la cosmetóloga polaca Helena Rubinstein. En Norteamérica, su colega Elizabeth Arden promovía los tratamientos faciales que empezaban -igual que hoy- con un baño de vapor caliente para limpiar la piel. La I Guerra Mundial le restó importancia al maquillaje. En 1914, los labios rojos y algo de vaselina en los párpados, eran suficientes.

Los años 20´s




La mujer en los años 20 empieza a abrirse al mundo del trabajo, como consecuencia tanto su vestimenta como el maquillaje varía considerablemente.
En el cabello aparece las ondas al agua, nos encontramos con una piel pálida, por lo tanto maquillaremos con bases de maquillaje en lo más claro posible, que resalta con los tonos de sombras extremadamente oscuros, nos recuerdan a el look ahumado, en tonos negros gris plomo y marrón oscuro, y contrasta con las cejas que por aquel entonces aun no se depilaban y aparecían menos arregladas.



La boca, en forma de "piñón" se retocaba en los extremos con base de maquillaje para ocultar las comisuras y de así aparecer con esta forma tan característica, aparecen los tonos rojo intenso, y el colorete lo aplican en forma redondeada y muy central.

Los años 30´s



La imagen de la mujer de los años 30 era glamorosa, elegante y femenina. El maquillaje se democratiza y accede a todas las capas sociales cuyas mujeres intentan imitar a sus actrices favoritas y a los grandes mitos de la época, prima una apariencia más individual y natural. El rostro debía tener una limpieza transparente como el de las estrellas de cine.


Se usa lápiz para perfilar las cejas cuidadosamente depiladas en semicírculo; sombras de ojos dorada, plateada, en ocasiones combinada con marrón, azul o violeta. El rímel o pestaña postiza era necesario, el rubor ya no es redondeado sino que se difumina y la boca va perfilada dando forma de arco y con carmín marrón o gránate.


El cabello se deja más largo, con ondas que partían desde la raíz y teñido de rubio o rubio platino, marcan la delineación superior del ojo en marrón o en negro ensanchándola ligeramente en la parte central del ojo y dibujando un pequeño triángulo en la parte exterior.


Este vértice descendente a la vez que agranda el ojo le dará una sensación triste y caído. Los rasgos y la tez van refinándose, se llevan las formas más estilizadas y los rasgos más estirados.

Los 40´s



El maquillaje resiste pese a la crisis que se vive por la Segunda Guerra Mundial dando vida a un rostro triste pero lleno de glamour. La década de los 40 aporta novedades en el maquillaje, el modelado del rostro, creando profundidades en mandíbulas y pómulos, dando forma a un rostro duro y con carácter. Los ojos también se modelaban mediante una cuenca del ojo muy marcada. El trazo del eye-liner es más pronunciado y grueso. La ceja se articula, aunque natural, creando una forma llamada "ala de paloma". La boca se agranda y el trazo se bombea de la comisura al centro, muy carnosa y redondeada. Los tonos son marrones, granates generalmente oscuros.



El peinado suele ser recogido y con ondas. Debido a la falta de recursos la calidad del maquillaje dejaba mucho que desear y tuvieron que agudizar el ingenio con trucos como maquillar las pestañas con betún de botas y las cejas con betún de zapatos, o sustituir el colorete con pétalos de rosa bañados en vino tinto.


El cabello se llevaba recogido en moños altos, lo cual alargaba y estilizaba más la cabeza. Nacen las primeras "sex symbols", como Marlene Dietrich y Ryta Hayworth.

Lu Mujer y su Maquillaje en los años 50´s

La mujer vuelve al hogar y busca la armonía y el equilibrio familiar, se muestra siempre impecable y muy arreglada. El maquillaje respeta la estructura de los años 40 pero con menos carácter y más color. El modelado es más natural y redondeado, el eye-liner sigue siendo marcado y màs alargado, sobresaliendo por la parte exterior del ojo. Las sombras eran en tonos turquesa y azules y se usa la ceja gruesa y en forma de "ala de paloma", logrando una imagen muy de señora.


Combinaciones como sombra de ojos turquesa y labios naranja tuvo mucho éxito. Las cejas se llevaban más claras y anchas que daban un toque elegante a la par que dramático o bien podían ir un poco más curvadas que daban un aire más sensual. Por otro lado había quienes querían proyectar una imagen más seria renunciando así al color: desde los cabellos hasta el amplio contorno de ojos, pasando por la ropa, todo era negro. Podían llevar el pelo largo o corto, pero siempre desgreñado, normalmente con flequillo deshilachado. Era muy importante llevar acorde el maquillaje con la ropa y complementos

Después de tiempos duros, el refugio fue el hogar. En los 50, el look de amas de casa perfectas incluía combinaciones como el azul turquesa en las sombras y el naranja en los labios. El peinado, de postizos tiesos por la laca, reflejaba el mismo aire artificial del maquillaje.